El Río Dulce de Izabal, Guatemala cuenta con 7,200 hectáreas que reúnen ecosistemas acuáticos y manglares. El sitio es el hábitat del manatí (Trichechus manatus), un mamífero en peligro de extinción, y de otras especies como el cocodrilos acutus.
A lo largo del río se encuentra un verdadero corredor biológico que incluye bosque tropical lluvioso en sus márgenes y en la del cañón.
El cañón es la separación de las montañas que se encuentra a los costados del río, según la historia fue formado por un movimiento telúrico.
Justo en la desembocadura del río sobre la bahía se aprecia la vegetación y una increíble cantidad de aves marinas.
Para recorrer los 16 kilómetros que distan desde el golfete y el mar, las aguas del río se introducen por una enorme grieta de altas paredes de rocas calizas con exuberante vegetación, de 120 a 150 metros de altura que ocultan casi por completo la luz del sol.
En este sitio el río alcanza una profundidad de 30 a 50 metros, y un ancho de 200 metros.
Tres valles deben su existencia a resquebrajamientos de la tierra, tan antiguos como las sierras, que han evolucionado desde tiempos inmemoriales. Cada uno es una falla geológica.
Funcionalmente forman un activo conjunto que separa a dos enormes placas tectónicas.
La falla que corre entre las sierras de Santa Cruz y la del Mico se separó en dos fracturas. Al medio de ellas los terrenos se hundieron y forman las vastas cuencas de los lagos Izabal y Golfete y el estrecho cañón por donde discurre el Río Dulce.
Río Dulce, Desde el Castillo de San Felipe, al final del Lago de Izabal, hasta su encuentro con el mar, a la par de Livingston, se encuentran un conjunto de parajes de extraordinaria belleza.
Livingston
Otro de sus atractivos principales, y debido a que es el único departamento donde hay población garífuna, es el ritmo y las danzas de Livingston, sin olvidar el exquisito pan de coco que elaboran sus habitantes.
Punta de Manabique.
Refugio de Vida Silvestre. La costa caribeña por excelencia. Playas de arena blanquecina, mar somero de aguas cristalinas y suave oleaje, abundante sol, palmeras y un aire saturado de música tropical. Un pedazo del paraíso a la orilla del mar.
Castillo de San Felipe:
Un pequeño fuerte construido en tiempos de la colonia para protejer esta rica zona de invasiones inglesas y piratas.
Finca Paraiso:
El nombre no exajera, el sitio es un verdadero paraiso natural, una caida de aguas termales de 5 metros que se mezclan con las frías aguas de un pequeño reachuelo un chapuzón un lujo que pocos se lo pueden dar. un sitio poco visitado lo cual a las orillas del lago de izabal.
Fronteras:
La pequeña aldea que se encuentra en la parte mas estracha de Río Dulce, punto importante para todo el que visita esta zona, acá es donde encontramos el enorme puente de Rio Dulce, la carretera que conduce al norte de Guatemala, petén, Tikal y Belice, desde acá podemos contratar lo viajes en lancha al resto de río dulce, Lago de Izabal y alrededores.