La visita a Flores. Petén está acompañada de una relajante vista del lago o un acercamiento a las famosas ruinas de Tikal. Pero para los amantes del ecoturismo la isla es además, el punto de partida para diferentes encuentros naturales.
Flores es una pequeña isla en el lago Petén Itzá unida a la costa por una calzada de medio kilómetro. Santa Elena y San Benito, que quedan en tierra firme, se consideran parte del conjunto, ya que forman el grueso de la población.
No obstante, la isla reune los comercios, restaurantes y hoteles del área, así como la plaza principal de la comunidad, formando un núcleo de singular belleza.
Como atracción túristica ha conservado gran parte de su personalidad original en calzadas de piedra y casas antiguas.
La ciudad no es el paríso para los que intentan escapar de las grandes aglomeraciones, ya que tien un afluencia constante de visitantes. Sin embargo, las mejores horas para gozar un paseo por el pueblo son las del mediodía, durante las cuales las calles se mantienen silenciosas.
Su avenida principal se forma a través de su costa insular, mientras que las que se atraviesan diametralmente llevan hasta el parque central, donde se ubica la blanca y bonita iglesia en el punto más elevado.
Una de las mejores formas de apreciar la belleza del conjunto es navegando por el lago. Se pueden alquilar diferentes medios de transporte, desde económicas lanchas hasta lujosas motos acuáticas.Viaje a Guatemala.
Para los amantes de la naturaleza, el vehículo que menos contamina el ambiente es el kayac. Para rentar este tipo de navegación a remo, en el Hotel Petén es posible por sólo Q12.